“Me mandaron un email donde me suspendieron el turno, pero también llegaron otros dos para recordarme la cita.
Te confunden.
Si no quieren que vengas, ¿para qué mandan los otros recordándote que tenés que venir? Deberían ser más claros, yo soy grande.
Además, todo esto es injusto.
Mirá mi caso: tengo dos hijas mellizas, una obtuvo la ciudadanía y la otra no porque no había conseguido turno.
Es más injusto aún si pensás que mi hija tiene la ciudadanía por mi bisabuelo y yo no”, dice Viviana, de 71 años, quien prefirió no dar el nombre para no complicar su situación..